La alfabetización, motor de la prensa de masas

Desde la invención de la imprenta en el año 1440 por el alemán Johannes Gutenberg, el papel tuvo un rol protagónico para el desarrollo de todas las áreas del conocimiento y no sólo eso, también favoreció considerablemente la difusión de noticias. A Buenos Aires, la primera imprenta llegó en 1780, la misma que los jesuitas habían utilizado en las Misiones desde principios del siglo XVIII.

En territorio, hoy, Argentino, la aparición de publicaciones fue casi exponencial:

• El Telégrafo mercantil, rural, político-económico e historiográfico del Río de la Plata (Buenos Aires, 1801) fundado por Francisco Cabello y Mesa.
• El Semanario de Agricultura, Industria y Comercio (Buenos Aires, 1802) fundado por Juan Hipólito Vieytes.
• La Gaceta del Gobierno de Buenos Aires (Buenos Aires, 1809).
• El Correo de Comercio (Buenos Aires, 1810) con Manuel Belgrano como principal redactor.

« Si los pueblos no se ilustran, si no se divulgan sus derechos, si cada hombre no conoce lo que puede, vale, debe, nuevas ilusiones sucederán a las antiguas y será tal vez nuestra suerte cambiar de tiranos sin destruir la tiranía. »

Mariano Moreno

Luego de la conformación de la Primera Junta, Mariano Moreno, fundó la Gazeta de Buenos-Ayres para comunicar los actos de gobierno, el 7 de junio de 1810 (fecha hoy considerada en nuestro país, por este motivo, el día del periodista). La crecida continuó, no sólo en Buenos Aires, sólo en Mendoza, entre 1810 y 1853 existían 23 periódicos. Esta seguidilla continuó, por ejemplo con "El Zonda" (San Juan, 1839) dirigida por Domingo Faustino Sarmiento. «El Nuevo Eco de los Andes» (1853), «El Constitucional» (1853), «La Constitución» (1855) y así los periódicos crecieron en todo el país. Estaban dadas las condiciones para expandir las publicaciones de sucesos cercanos y lejanos, sin embargo, la prensa escrita sólo podía llegar a un público específico, al que sabía leer.

Durante la primera presidencia (1880-1886) de Julio Argentino Roca, se puso en vigencia Ley 1420 (1884) que acordaba la enseñanza común, gratuita y obligatoria, a los nacidos en territorio nacional y a inmigrantes, lo que inició un proceso de alfabetización sin precedente, para 1886, el alumnado creció de 86.927 a 180.768 y la cantidad de docentes de 1.915 a 5.348. La alfabetización creó nuevos y variados lectores, un público nuevo que comenzó a demandar más que noticias políticas y económicas. Para finales del siglo XIX nacía un mercado que debía satisfacerse.

La demanda de los nuevos y heterogéneos lectores comenzó a cubrirse. La creación de José S. Álvarez (Fray Mocho) en 1898 de un semanario ilustrado llamado "Caras y Caretas", fue un gran paso en ese sentido, un medio dirigido a un público amplio. Luego con ilustraciones y fotografías surgen las revistas de interés general:

• El Mosquito (1863). Periódico dominical del tipo satírica.
• Don Quijote (1884). Humor gráfico político.
• El Almanaque Sud-Americano (1877).
• El Cachafaz (1896).
• El Hogar (1904).
• Mundo Argentino.
• PBT (1904). Humor gráfico de corte político.
• La Vida Moderna (1907).
• Diario Crítica (1913, del uruguayo Natalio Botana). Satisface la necesidad de un periódico de masas.
• Atlántida (1918). Magazine de interés general.
• Billiken (1919). Destinada a la infancia.
• El Gráfico (1919). Deportivo.
• Para Ti (1922). Para público femenino.
• Radiolandia (1927). Dedicada al mundo del espectáculo.
• La Chacra. Destinada a empresarios agrícolas.
• Cinegraf (1932). Crítica cinematográfica especializada.
• Gente (1965). Dedicada a los personajes del espectáculo y la farándula.
• Somos (1976). Actualidad política y social del país.

Este extenso recorrido desde una prensa de élite hasta una prensa de masas no se originó por simples inversiones extranjeras ni por el aumento en la cantidad de ejemplares, fue por el creciente público lector, resultado de una política pública orientada a la educación, al crecimiento y al bienestar general de la población.

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